No, Torsinno, por favor, creo que el problema en realidad está en la formulación de la pregunta que las suelo hacer, por lo que veo, un tantico crípticas por el mero deseo de hacerlas floridas. Y si no lo crees, mira la solución y verás como conocías la respuesta. Gil se acercó bastante.
"Volvamos a los sacerdotes, que apenas acabaron de presentar a Cambises su dios Apis, cuando aquel monarca, según era de alocado y furioso, saca su daga, y queriendo dar al Apis en medio del vientre, hiérele con ella en uno de los muslos, y soltando la carcajada, vuelto a los sacerdotes: -«Bravos embusteros sois todos, les dice: reniego de vosotros y de vuestros dioses igualmente. ¿Son por ventura de carne y hueso los dioses y expuestos a los filos del hierro? Bravo dios es ese, digno de serlo de los Egipcios y de nadie más. Os juro que no os congratularéis de esa mofa que hacéis de mí, vuestro soberano.» Dicho esto, mandó inmediatamente a los ministros ejecutores de sentencias, que dieran luego a los sacerdotes doscientos azotes sin piedad; y ordenó también que al Egipcio, fuese el que fuese, que sorprendieran festejando al dios Apis se le diera muerte sin demora. Así se les turbó la fiesta a los Egipcios, quedaron los sacerdotes bien azotados, y el dios Apis, mal herido en un muslo, tendido en su mismo templo, no tardó en espirar, si bien no le faltó el último honor de lograr a hurto de Cambises sepultura sagrada que le procuraron los sacerdotes viéndole muerto de la herida. XXX. En pena de este impío atentado, según nos cuentan los Egipcios, Cambises, antes ya algo demente, se volvió al punto loco furioso." (Herodoto de Halicarnaso, Libro III, 29-30)
"Tenía Darío un caballerizo hábil y perspicaz, por nombre Ebares, al cual, apenas vuelto a su casa de la asamblea, hace llamar y habla de este modo. -«Hágote saber, Ebares, que para la elección de monarca hemos resuelto que sea nuestro rey aquel cuyo caballo, estando cada uno de nosotros montado en el suyo, fuere el primero en relinchar al nacer el sol. Tiempo es ahora de que te valgas de tus tretas y recursos, si algunos tienes, para hacer de todas maneras que yo y ningún otro arrebate el premio de la corona." Y así sucedió (Idem, 85).
Alá que pregunte otro que yo no sé hacerlo y me paso tres pueblos siempre. :oops: