Estimados hermanos del Sur. Como ya sabréis a estas alturas, los ejércitos unidos de Jerusalén, dirigidos por los más hábiles generales, continúan su avance en ambas orillas del antaño Sagrado Río Nilo.
El Bravo Reinaldo de Châtillon, al mando de los hospitalarios, ha llegado a la zona tras sus victoriosas campañas en el sinaí. Balian de Ibelin, Duque de Damasco y recién nombrado Senescal del Reino, comanda la invicta avanzada que derrotó al mismísimo Saladino y que se prepara para derrocar al nuevo Sultán, en el Palacio de Alejandría. Por último, el mismísimo Rey Balduino IV, comanda la retaguardia que también ha partido victoriosa desde Gaza.
El fin de la guerra parece próximo, pues solo dos plazas fuertes resisten aún y la paz está al alcance de la mano.
Es por esto que queremos saber de vuestros progresos, pues esperamos que, como prometimos años atrás, pronto compartamos frontera y deje de derramarse sangre en el Nilo, para que de nuevo, vuelvan a surcarlo las balsas, hechas de cañas, llenas de productos exóticos con los que comerciar.
Esperamos vuestro informe con interés.
Que Dios os Guarde, noble soberano!
Raimundo de Trípoli, Regente de Jerusalén en nombre de Balduino IV